Lo raro es que otras persoans a las que les he dejado la configuración de Gnome 3 no tienen problemas en adaptarse. Ahora que llegó Lion, las cosas tienden a hacerse similares. Unity consumió demasiados recursos, así es que cambié hace tres meses de Ubuntu 11.04 a Fedora 15. Y vaya que ha sido un buen cambio. Pero al mismísimo Linus Torvalds no le convence, porque extraña los atajos en el escritorio.
En mi humilde experiencia, mi comparativa final sería más o menos así:
Unity
Ventajas: Cómodo. Se puede configurar con facilidad. Es relativamente rápido de asimilar, y está muy bien integrado con el sistema operativo (Ubuntu). En gran medida se termina asemejando al Dock de Mac.
Desventajas: Ocupa un buen resto de recursos, de tal modo que nunca me quedó claro si la lentitud progresiva tenía que ver con Ubuntu o con Unity.
Gnome 3
Ventajas: Rapidísimo. Total integración y con una gráfica muy sobria.
Desventajas: Es algo limitado a la hora de mostrar las distintas ventanas del sistema, y su configuración es mucho menos cómoda que la de Unity.
Me quedan muchas ganas de hacer una prueba más exhaustiva con Ubuntu, pero tuve limitaciones de trabajo. Veremos si Unity se atreve a mejorar en la 11.10, y espero con ansias qué propondrá Fedora en lo que viene.
Saludos
Gustaffson
