- Primero, es la primera vez que Ubuntu hace cirugía mayor a su interfaz y apariencia, con una nueva carta de colores y con nueva fuente para el logo y la presentación del sistema operativo, además del cambio de lugar de los botones de las ventanas (ahora con el estilo Mac). Digo que esta noticia es importante porque he oído a muchas personas anteriormente rechazar Ubuntu nada más que por sus colores, prefiriendo Fedora por su frescura o Linux Mint por la sobriedad, y tengo la sospecha de que esta noticia puede generar un vuelco de usuarios de Gnome a la distribución sudafricana.
- Segundo, la discusión en torno al navegador por defecto de Ubuntu (Canonical anunció un cambio desde Google a Yahoo, que ahora en la segunda beta fue deshecho en favor de Google nuevamente) nos demuestra que la distribución tiene un poder de negociación inesperadamente alto. Si la Gran G intervino o no, no sabemos con certeza, pero no me imagino a Canonical sin recibir una suculenta oferta para mantenerse en la interfaz por defecto. No es que sea difícil cambiar de motor de búsqueda en Firefox, pero sabemos con la experiencia de Opera en la versión europea de Windows la disponibilidad hace la diferencia en el uso. Así de sencillo.
Como usuario de oficina de Ubuntu, no me queda más que recomendar actualizar a la versión en cuanto puedan. Estoy usando Lucid Linx y directamente digo que la velocidad de inicio es aún más rápida que en Karmic, el reconocimiento de hardware es total (valga por el kernel de Linux), y la cada vez más amigable interfaz incentiva a trabajar de verdad en el mundo libre con cara de felino..., una mini afrenta a los grandes gatos de la manzana...
Saludos
Gustaffson
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